miércoles, 27 de enero de 2010

Venezuela, manifestaciones y muertes

.
MARCOS TARRE

En Venezuela no hacen falta razones o explicaciones para que un funcionario policial, un civil que porte un arma legal u otro que la lleva ilegalmente, esgrima una pistola y la use. Cerca del 95 % de quiénes le disparan a otra persona no les ocurre nada. Ni detención policial, ni investigación y mucho menos paso a tribunales. Nada. Impunidad total o selectiva.

Actualmente se está jugando la final de la serie nacional de baseball entre los dos grandes rivales, los Leones del Caracas y los Navegantes del Magallanes. Algo así como si el Madrid y el Barça jugaran siete juegos, uno cada día, para definir el título. La “pelota” se sigue en vivo en los bares, en centros de apuesta, en la calle.

Las celebraciones posteriores a los partidos ya han arrojado cuatro muertos de bala en diferentes episodios. Pero en el estadio ocurre un pulso entre los estudiantes y la mayoría del público, que abuchea al Presidente, al grito de “inseguridad, agua y luz, 3 strikes, Chávez, estás ponchao” y grupos de “camisas rojas” oficialistas, infiltrados con la tarea de contrarrestar la protesta.

Fuera del estadio el enfrentamiento no es sólo verbal y los venezolanos tienen muchas razones para demostrar su descontento: brutal devaluación de la moneda e inmediata carestía de los bienes de consumo, principalmente de los alimentos; escasez de productos, restricciones y fallas del servicio eléctrico, limitaciones programadas para el agua, la nacionalización de los hipermercados. Éxito que deja en la incertidumbre a sus 3.000 empleados y aterroriza a todas las empresas del sector; la reciente crisis bancaria originada por la voracidad de amigos y familiares de altos cargos que jugaron desastrosamente con los ahorros y depósitos de 7 entidades financieras a las que le habían puesto mano; la inseguridad siempre presente; y principalmente el cierre definitivo del canal RCTV, una de las más populares plantas de televisión, que primero se sacó del aire para que sólo pudiera ser transmitida por cable pago; y ahora el gobierno obligó a les empresas de cable sacar su señal del aire. El caso de ese canal, famoso por sus telenovelas y penetración popular, se ha convertido en todo un símbolo.

El sábado 23 la oposición convocó a una gran marcha con asistencia masiva. La estrategia del gobierno nunca varía. Realizan, con derroche de logística y dinero, actos paralelos el mismo día, a la misma hora. Desde ese sábado no han cesado las protestas callejeras, principalmente protagonizadas por los estudiantes de las grandes universidades públicas del país.

Prohibición expresa, uso generalizado

Además de los actos paralelos, el gobierno despliega masivos contingentes policiales para contener y reprimir las manifestaciones de sus adversarios. Las fuerzas antimotines pertenecen a las policías regionales, en Caracas a la Policía Metropolitana y, cuando se prevén desordenes mayores, actúa la Guardia Nacional, cuerpo parecido a la Guardia Civil española, pero que conforma un curioso cuarto brazo del aparato militar y depende del Ministerio de la Defensa. El gobierno en sus inicios propiciaba y alentaba las protestas, pero las cosas han cambiado. No hace falta “alteración del orden público” para que lluevan nubes de gases lacrimógenos, porrazos, balas de goma y cargas policiales contra los estudiantes. El propio Chávez el año pasado, ordenaba “echarle gas del bueno” a los manifestantes. Pero, además de la represión policial, el oficialismo juega con fuego: envía a sus “camisas rojas”, a enfrentar a los manifestantes y a veces hasta ordena retirar a los cuerpos policiales, para que puedan actuar a sus anchas.

Las armas de fuego están expresamente prohibidas en las manifestaciones. En Caracas, el enorme despliegue policial y militar genera contusiones, golpes e intoxicados. Pero en las ciudades del interior del país, la situación es distinta y no es raro que ocurran intercambio de disparos entre unos y otros grupos. En la ciudad de Mérida, al este del país, se produjeron enfrentamientos entre grupos oficialistas y manifestantes de oposición. Resultó muerto de un tiro un joven de 16 años, miembro de un grupo extremistas del oficialismo. Los “camisas rojas” se desbordaron, quemaron las sedes locales de los partidos socialdemócrata y socialcristiano y unos 30 coches. Hubo más enfrentamientos a balazos y resultó asesinado un joven dirigente de oposición. Finalmente en la noche la Guardia Nacional logró recuperar el control de las calles.

El difícil momento de Chávez

Hugo Chávez vive un momento delicado. Popularidad en baja. Renunció el vicepresidente y también ministro de la defensa, Ramón Carrizales y su esposa, que desempeñaba la cartera del ambiente, por desavenencias con el presidente.

También prefirió separarse de su cargo el recién nombrado director del Banco Venezuela, “comprado” el año pasado al Banco Santander, por no compartir la política financiera del régimen. Jackson Diehl, veterano editorialista del Washington Post afirmaba el pasado lunes que “el socialismo del siglo XXI de Hugo Chávez ha sido derrotado y va en vías del colapso”. Su artículo fue ampliamente divulgado y comentado en Venezuela. El presidente, que no deja pasar oportunidad de responderle al “imperio yanqui” todavía no ha dicho nada al respecto. Seguramente tiene cosas más apremiantes que atender…


FACTUAL

No hay comentarios: