miércoles, 17 de junio de 2009

Color naranja

Este color mezcla de rojo y amarillo), se asocia con la alegría, el entusiasmo, la amistad, la felicidad, la creatividad, el ánimo, la voluntad, y los buenos deseos. Llevar ropa de este color ayuda a uno a equilibrarse, hace aumentar el optimismo y elimina las inhibiciones. Es un color muy recomendado para comunicarse con la gente joven ya que encaja muy bien con la personalidad de estos.

Es también un color asociado a la alimentación, puesto que muchas verduras y frutas tienen su cáscara de color naranja (zanahorias, naranjas, mandarinas, calabazas), por lo que se cree que favorece el crecimiento, puesto que colabora asimilando los alimentos en el organismo, ayudando a la fijación del calcio. Al igual que el amarillo es un color muy beneficioso para aquellas personas que padecen depresión.

El ejemplo de los ciudadanos


EDITORIAL DE VENEZUELA ANALITICA (17 de junio):

Hay una diferencia fundamental entre la condición de súbdito, -como pareciera ser la aspiración de la monarquía militarista que, por ahora, rige los destinos de nuestro país- y la condición de ciudadano libre que es la voluntad de una gran mayoría de los venezolanos.

Sólo en países como Cuba, Corea del Norte y Zimbabwe, las personas que allí habitan están sometidas a la voluntad , designios y caprichos de un líder supremo que manda a su real saber y entender. En esos países la condición de ciudadanos no existe, son súbditos de los autócratas y de las burocracia partidista y militar que los apoyan.

En Venezuela, a pesar de tener una experiencia real de apenas sesenta años de vivir en democracia, parece mantenerse incólume en gran parte de los venezolanos, el espíritu democrático. El resto de nuestra historia está centrada en la figura de caudillos, jefes mesiánicos y dictadores, todos basados en el control militar de la sociedad y por lo tanto con el propósito de tener súbditos que obedezcan en vez de ciudadanos que cuestionen.

El “globopotazo” es un buen ejemplo de lo que pueden hacer los ciudadanos cuando el gobierno y el Estado pretenden silenciar sus voces. Un movimiento que, puede decirse , salió prácticamente de la nada, se ha transformado en la expresión pública ,por un lado, de apoyo a Globovisión, pero más que eso es la de no tenerle miedo al acoso permanente del gobierno a toda forma de disidencia y así rescatar el derecho a la protesta como forma inequívoca de la condición de ciudadano.

Para el bien de nuestro país cada día son más evidentes las muestras de que los venezolanos no quieren perder su condición de ciudadanos para convertirse en los soldados del omnipresente Presidente de la República.


Y ahora, unos versos humorísticos de Mejía:

Para ser buen ciudadano

- José Luis Mejía

Ciudadana y ciudadano
de esta patria americana
en donde el “me-da-la-gana”
es lema republicano.
Hoy vengo como escribano
a denunciar convencido
al miserable, al bandido,
al desleal y al canalla.
Dispuesto a dar la batalla,
yo soy El Entrometido.

Pero primero charlemos
sobre nuestros propios males
y en sinceros tribunales
nuestros delitos juzguemos.
Sé que vendrán los blasfemos
a denostar mi intención,
pero confío en la acción
de las personas de bien
que dan y ejercen también
el derecho de opinión.

Para sacar adelante
esta América morena
hay que romper la cadena
de autocompasión sedante.
Ya se ha culpado bastante
al mundo de nuestra suerte,
que el gringo, que Dios, que el fuerte,
que la Colonia, que el clima,
que la bota que está encima,
que los dedos de la muerte.

Cierto que hay en nuestra historia
jornadas negras y duras,
épocas tristes y oscuras,
pestes, miasmas y escoria.
Pero hay momentos de gloria,
de grandeza solidaria,
cuando la gente ordinaria
—como ustedes, como yo—
se detuvo y dijo “no”
a la maldad mercenaria.

Porque la historia no es eso
que estudiamos en la escuela,
es la infinita candela
que alumbra nuestro progreso.
Si el bien lo llevamos preso
en cárceles de egoísmo,
si alzamos el conformismo
afiebrados y suicidas,
haremos de nuestras vidas
un camino hacia el abismo.

Así que vamos andando
evitando hacer las cosas
que en otros son horrorosas
y en nosotros contrabando.
Vamos en el mismo bando
defendiendo los derechos
de todos, que los pertrechos
sean justicia y verdad.
La responsabilidad
tiene márgenes estrechos.

Empecemos por lo breve,
por las cosas más sencillas;
alcen, no arrastren las sillas,
y séquense cuando llueve.
Cada falta, por más leve,
que tenga su consecuencia,
poco a poco la experiencia
de nuestros viejos errores
hará germinar las flores
serenas de la decencia.

Respetemos la luz roja
y detengamos el carro;
apaguemos el cigarro
en el bar que nos aloja.
Tributemos sin congoja,
paguemos nuestros impuestos
y si adquirimos repuestos
que las “piezas importadas”
no sean partes robadas
por pájaros deshonestos.

Donde dice “no estacione”,
caracho, no estacionemos,
respetemos los extremos
que el reglamento dispone.
Se presume y se supone
que somos civilizados,
evitemos altercados
y peleas callejeras.
Para no tener ojeras
no vivamos trasnochados.

No es gracia comprar “pirata”
porque la piratería
es delito, felonía,
que rompe, destruye y mata.
“Porque sale más barata”
no es razón, es desatino;
si abrimos ese camino
será mejor el más lobo,
siendo así, pues entro y robo
la casa de mi vecino.

Y eso de “me traigo cosas”
que no pagan arancel
—disculpen que sea cruel—,
es delito, primorosas.
¡Cuántas decentes esposas
se reparten estas listas
de productos que “turistas”
trajeron “para vender”!
Esas, mañana o ayer,
se llaman contrabandistas.

No compremos sin factura,
ni busquemos cada día
sobornar a un policía
con cínica caradura.
No arrojemos la basura
a la calle, por favor,
procedamos con honor,
con dignidad y honradez,
cortemos la pequeñez
que germina alrededor.

No arreglemos “por lo bajo”,
no robemos nuestra empresa,
no hagamos “bajo la mesa”
chanchullos con desparpajo.
Honremos nuestro trabajo,
que la familia nos vea
como dueños de una idea
de vida noble y honrada.
No estudiemos “de pasada”
ni copiemos la tarea.

El licor es divertido,
no es divertido un borracho
que habla cada mamarracho
y apesta a burro podrido.
Tomemos, pero medido,
con calma, con sensatez,
que no llegue la embriaguez
a turbar la inteligencia,
que una absurda competencia
no acabe en estupidez.

En las palabras pongamos
el color de la verdad,
demos con sinceridad
golpes, abrazos y ramos.
Si sabemos dónde vamos,
¡caray!, seamos puntuales,
y procuremos modales
a nuestra bestialidad
porque la mediocridad
es el mayor de los males.

Obedezcamos al padre,
respetemos a los hijos,
no juguemos acertijos
con el amor de la madre.
Cuando la violencia ladre
desleal en los oídos,
escapemos de los ruidos
que turban nuestra vigilia;
siempre espera la familia
a los hijos bien nacidos

Actuemos como mujeres
y varones de verdad,
con paz, con sinceridad,
cumpliendo nuestros deberes.
Obreros y bachilleres,
jornaleros y doctores,
ciudadanos y electores,
recordémonos que somos
responsables de los tomos
que guardan nuestros errores.

Es tiempo de madurar
como nación y cultura,
de ponernos a la altura
de nuestra historia y lugar.
Busquemos el bienestar,
la salud de nuestros hijos,
seamos limpios, prolijos,
íntegros y solidarios,
no seamos arbitrarios,
ni apañemos revoltijos.

Si asumimos los derechos
y los deberes de ser,
echaremos al ayer
nuestras faltas y deshechos.
Viviremos satisfechos,
hermano junto al hermano,
grande, pequeño y mediano,
una familia completa.
Esa es mi simple receta
para ser buen ciudadano.

Y nada más, solamente
fueron sencillos consejos
—¿si aconsejan los conejos
por qué no este penitente?
Cada cual sea consciente
de la vida que ha vivido,
elija ser un bandido
o elija ser responsable.
¡Honor para el honorable!
¡Salud! El Entrometido.

martes, 16 de junio de 2009

Los jalabolas

.

por Eduardo CASANOVA

“Jalar bolas” (no “halar”, sino “jalar”) es un venezolanismo de origen no muy claro, que significa adular. O lo que en otros países se llama “chupar medias”. No tiene relación alguna con las gónadas, como podría parecer, pero por esa posibilidad se ha convertido en malsonante.

Parece ser que se originó en las cárceles políticas de Venezuela, en donde los presos llevaban “grillos”, pesadas bolas de hierro adheridas por una cadena a una pierna, y algunos de ellos, por poderosos o por ricos, conseguían otros de menos jerarquía que cargaban las bolas de metal para aliviarlos y permitirles desplazarse con facilidad. Esos eran los “jalabolas”, y el tiempo, con su lógica indetenible terminó convirtiéndoles en abyectos adulantes que por conseguir favores del poderoso o del rico les aliviaban las cargas.

Hoy en día jalar bolas es, simplemente, humillarse ante el poderoso, adular al poderoso, chupar medias.

Eso es lo que los venezolanos vemos cada vez que el “Führer”, “il duce” tropical, el teniente coronel que comanda el fascismo criollo, habla y habla y habla y suelta chistes estúpidos o se burla de manera grotesca de sus opositores y hasta de sus seguidores.

Vemos a los jalabolas reírle las gracejerías, aplaudirle las cobardías, celebrarle los disparates, como si se tratara de un genio. Ministros, magistrados, diputados y hasta intelectuales de bajo nivel y artistas de segunda suelen estar entre los que más se humillan para hacerse notar por el hegemón, que se siente muy superior a ellos y se los hace saber cada vez que quiere.


Qué triste papel el de los jalabolas, seres sin dignidad, mínimos imitadores de un mal imitador, cuyo papel en la vida se ha reducido a ser los bufones de un bufón. Y que, históricamente, están condenados a no ser los que rían de últimos.

El jalabolismo o jalamecatismo: Su influencia en la vida diaria


Capítulo único: el jalabolismo o jalamecatismo. Su influencia en la vida diaria. De cómo se aprende a jalar bolas. Tipos de jalabolismos.

El jalabolismo o jalamecatismo es una disciplina practicada por el ser humano a nivel mundial, que consiste en el acto de adular a alguien que tiene cierto o mucho poder, ya sea político, económico, social o de cualquier tipo, a fin de conseguir ciertas dádivas o beneficios personales o grupales.

Es común que el ser humano sea aleccionado, tanto física como mentalmente, en el arte del jalabolismo desde su más tierna infancia. A los niños2 pequeños, se les coloca una serie de objetos colgantes en las cunas, llamados móviles, para que estos desarrollen los músculos que les servirán en el posterior acto de jalar y guindarse durísimo. También se les aplica la técnica pavloviana del reflejo condicionado, por lo que al momento en que ven a la persona que puede satisfacer sus necesidades fisiológicas, principalmente el hambre, el niño llora hasta que alguien sacia cualquiera que sea la necesidad de la que es objeto en ese momento.

Posteriormente, también se le enseña al niño a abrazar y pedir la bendición a cuanto familiar le pasa por al lado, así sea el tío que se ve una vez al año o la abuela que por supuesto siempre huele a cabuyita de morcilla.

Obligándolo a pedir la bendición y a sonreír frente a ellos aunque le hayan quitado el canal de cable de las comiquitas, el niño va desarrollando una coraza que le permitirá mostrar una buena cara cuando tenga al frente a alguien virtualmente poderoso aunque realmente detestable. Esto le garantizará a este individuo la consecución de grandes puestos de trabajo, buenas notas en el colegio, los mejores puestos en los diferentes actos que atenderá durante su vida, así como codearse con personas que de una u otra forma serán influyentes durante su existencia en este mundo.

En esta etapa, ningún conocimiento desarrollado por el ser humano es tan útil y pragmático como el jalabolismo, para lograr las metas que se haya establecido en su vida.

Es de esta forma como el/la jalabolista logra tener el/la novio/a que está más buena en el liceo, un empleo fijo a pesar de que la corriente de los no-jalabolistas3 llevan años contratados sin beneficios laborales, puestos en las esferas más altas del poder (especialmente en los entes públicos) y que les presten el carro que da más prestigio para que lo observen sus congéneres y piensen que tiene un alto status de social, etcétera, etcétera.

El jalabolismo es la práctica más común entre personas de diferentes niveles socio-económicos

Personas que detentan en la actualidad grandes cargos por los cuales son adulados, fueron en su tiempo grandes jaladores de bola lo cual les permitió llegar al cargo que actualmente poseen.

Esto nos lleva a nuestra primera gran ley del jalabolismo científico que se relaciona a que no se le puede jalar bolas a cualquiera, sino a las personas de la cual se está seguro que se va a recibir un beneficio determinado: Hay que aprender a jalar bola con futuro. Esto es, adular sólo a las personas que realmente puedan influir en nuestra vida económica, política o social.

La segunda ley del jalabolismo pragmático está basada en el hecho de que es más fácil jalar bolas a personas influyentes, que eventualmente permitirán el beneficio del ocio y de más y mejor tiempo libre, en vez de todo lo contrario, emplear gran parte de nuestro tiempo y esfuerzo físico en conseguir estos mismos objetivos por medio del trabajo, el cual no garantiza realmente que alcancemos nuestras metas. De esta manera enunciamos nuestra segunda ley la cual establece que: Es preferible jalar bola en la sombra, que echar pala bajo el sol.

Para que el jalabolismo sea realmente efectivo, es importante tomar en cuenta que no tiene ninguna importancia que la persona influyente no se dedique a lo mismo a lo que se dedica el jalabolista4. El jalabolismo debe ser desarrollado en su sentido más amplio posible. Aunque Ud. sea graduado de una carrera científica, debe jalar durísimo hasta a los humanistas que se le cruzan por el camino. Nunca como hasta ese momento será tan útil el sentido multidisciplinario del jalabolismo científico, por lo cual enunciamos la tercera ley: Jálale bolas a cualquier persona con un perfil más o menos alto, no sabes cuándo vas a necesitar de ella.
Es importante tener en mente que, el acto de jalar bolas, nunca debe ser detenido por cuestiones morales o éticas. Muchas personas se cohíben de jalar bolas porque creen que van a caer en un plano en el cual pueden ser considerados menos que insectos. Todo lo contrario, el jalabolismo debe ser visto como una conducta ejemplar que permite alcanzar rápidamente altos niveles de vida. Basados en esta reflexión, enunciamos la ley fundamental de esta disciplina: Jalar bola puede que denigre tu integridad física y moral, pero piensa en todo lo que obtendrás a cambio de tu dignidad.

Asimismo, creemos firmemente que el jalabola no nace, sino que se hace. Usted mismo que lee este tratado sociológico tiene una gran capacidad para jalar y llegar lo más arriba posible por medio del arte de la adulación. Sólo se necesita descubrir el caballo5 que todos llevamos por dentro y desarrollar las facultades para jalar bolas que proporcionarán, tarde o temprano, grandes beneficios laborales y vitales. Así, enunciamos nuestra última ley que reza: Saca el jalabola que hay en ti. Todos sabemos hacerlo, lo que pasa es que no lo sabemos.

De esta manera, finiquitamos nuestro importante trabajo de corte empírico – científico concluyendo que ni el descubrimiento del fuego, ni la invención de la rueda, ni la escritura, el tornillo o el clavo han sido tan trascendentales para la historia de la humanidad como la invención de la práctica humana de jalar bolas, la cual ha contribuido profundamente al desarrollo de los grupos humanos, una persona a la vez, sin importar la características particulares propias de cada individuo, o lo que es lo mismo, del jalabola, en sociedad.

1) Jalabolismo es un término técnico proveniente de la raíz jalar bolas, jalamecatismo proviene de jalar mecate, ambos términos significan lo mismo, el acto de adular.

2) Queremos aclarar que frente a la fiebre de género que se ha desatado en los últimos tiempos, al decir niño (s) hombre (s) o sus equivalentes nos referimos al género humano. En ningún momento queremos excluir al género femenino del acto de jalar bolas, ya que son bien conocidas las grandes facilidades de este grupo humano para realizar este acto a niveles magistrales.

3) Es decir, aquellos que se niegan rotundamente a la práctica del jalabolismo cotidiano.

4) O sea, del adulador o jala bolas.

5) Este símil se refiere al escultor que luego de trabajar con el martillo y el cincel sobre la piedra talló un lindo caballo. Al preguntársele cómo había logrado tal obra maestra, respondió “el caballo siempre estuvo allí, yo lo que hice fue quitarle los excedentes de piedra que tenía”.

Agustín Arzola
2005

Frases sobre adulación:

1. La adulación es como la sombra, no nos hace más grandes ni más pequeños. (Proverbio Danés)

2. Los cazadores atrapan las liebres con los perros; muchos hombres atrapan a los ignorantes con la adulación. (Plutarco)

3. El adulador es el que nos dice a la cara lo que no diría a nuestras espaldas. (Napoleón)

4. La función esencial de la adulación es alabar a las personas por las cualidades que no tienen. (Chesterton)

Fuente: Tópicos gerenciales

Casos y cosas de casa

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"Favor jalar bien la palanca".

Empresa paga a indígenas para que protejan la selva amazónica

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Los 1.184 indígenas de la tribu brasileña Tembé - Ténêtéhar, que habitan en la reserva jamazónica de Alto Río Guamá en el Estado de Pará (norte del país), firmará un contrato para la venta de créditos de dióxido de carbono por un millón de reales al año (unos 365.500 euros).

La propuesta no ha sido del Gobierno brasileño, sino de la empresa estadounidense C-Trade. La Universidad Federal de Pará definió el modelo de gestión del acuerdo. Las gestiones llevaron cerca de un año de negociaciones. El convenio será firmado esta semana en Belém, capital de Pará, donde ya se encuentra el presidente de C-Trade, Ronald Schiflett, quien suscribirá el acuerdo con una delegación de los tembé-ténêtéhar, que aún no ha podido llegar desde su aldea, a 200 kilómetros de la ciudad, debido a las fuertes lluvias que han azotado a la región.

Los indígenas tembé-ténêtéhar sufren el acoso continuo de las empresas de madera que se introducen ilegalmente en la reserva y destruyen miles de hectáreas de selva.

Los traficantes suelen sobornar a los nativos para que no opongan resistencia a la tala ilegal de cientos de miles de árboles.

Lean en clave de humor:
Guamá

La empresa estadounidense espera que, al otorgarles un ingreso por cuidar la selva, los indígenas se conviertan en los mejores guardianes de un inmenso almacén de dióxido de carbono.