¿Quiénes son los peones del Imperio?

Por: José Rafael López Padrino

El surgimiento de un poderoso movimiento estudiantil adverso al régimen tomó por sorpresa al tte. coronel y sus acólitos. Fue patético ver a un oficialismo nervioso y desconcertado frente a las masivas protestas estudiantiles que se dieron en buena parte del país expresando su rechazo contra el régimen autoritario de Hugo Chávez.

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Yo el Supremo, no vaciló en tildar a los marchistas como malos hijos de la Patria y peones del imperio al servicio de la CIA, fomentadores de un plan perverso desestabilizador. Igualmente de ser agitadores manipulados y perturbadores de la paz ciudadana (el mismo discursito peyorativo que utilizaban los gobiernos de AD y COPEI).

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Otros súbditos, poseedores de una "dicción exquisita y de una sublime sensibilidad" no dudaron en calificarlos como "hordas organizadas de hijos de papá, de ojos azules y pelo amarillo al servicio de Mr.Danger."

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Ante tales descalificaciones los venezolanos nos preguntamos quienes son los verdaderos peones y lacayos del imperio: Los estudiantes que marchan por las calles en defensa de la autonomía universitaria; protestan en contra de las mentiras y manipulaciones del autócrata tropical; se oponen al pensamiento único acrítico; desaprueban la criminalización de la disidencia; repudian las turbas armadas del oficialismo; no aceptan la militarización del país y condenan cualquier práctica autoritaria.

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Los rojos-rojitos, verdaderos feudatarios del imperio que no han tenido escrúpulo ni freno alguno en su empeño por entregar los recursos del país a las voraces corporaciones del imperio y consolidar un ramplón y funesto capitalismo de Estado edulcorado con ropaje socialista. Siervos que en nombre de una supuesta revolución: i) han entregado la Plataforma Deltana al capital transnacional; ii) pagan hasta el último céntimo de una deuda externa ilegítimamente contraída; iii) han impuesto la flexibilización y precarización laboral rasgos fundamentales del neoliberalismo salvaje; iv) promulgaron un nuevo Decreto sobre el Plan de Ordenamiento y Reglamento de Uso de la Reserva Forestal del Imataca, a fin de complacer a las compañías mineras transnacionales; v) endeudan criminalmente al país siguiendolas pautas del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo; vi) entregan a las transnacionales del carbón 14.000 Hectáreas en el Guasare pertenecientes a la etnia Barí; vii) satisfacen religiosamente las necesidades energéticas de la poderosa maquinaria militar del Tío Sam en sus aventuras imperiales en Afganistán e Irak; viii) han desnacionalizado la industria Petrolera mediante la creación de las compañías mixtas (modelo de propiedad compartida), la nueva cara de la apertura petrolera pero con sello nacional-chavista, etc. En fin ¿quienes son entonces los verdaderos peones del imperio?

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Vivimos las consecuencias de un régimen que alimenta su discurso con el pensamiento del Che, pero que piensa y actúa como Mussolini. Régimen que representa el clásico arquetipo del bonapartismo descrito por Marx (18 Brumario de Louis Bonaparte, 1852). Se trata de gobiernos autoritarios de inspiración Cesarista donde la bota militar rige los destinos de la nación. Así es el proyecto del Mariscal de Sabaneta, un gobierno militar de derecha, pero con un discurso pirotécnico de izquierda que alimenta demagógicamente la esperanza de los desposeídos. Un proyecto que irrespeta y viola permanentemente la Constitución Nacional, que de paso fue hecha para favorecer el deseo autoritario del Mesías, que obliga a los trabajadores a renunciar a sus conquistas laborales, que atenta contra la libertad sindical y la capacidad de lucha de los sindicatos. Un gobierno autocrático que excluye a todo aquel que no comulga con su propuesta cuartelaria, que hostiga y aterroriza sin misericordia a todos aquellos que le hacen oposición. Un proyecto inspirado en la bota y la bayoneta que se apresta a tejer el entarimado jurídico (reforma de la Constitución) para consolidar un asfixiante y depravado capitalismo de estado, es decir el nacional socialismo del siglo XXI.